Tuesday, January 24, 2012

extraño las noches de terciopelo y de sabor a sabor y de color naranja, ya no quiero más esta iluminación blanca y la etiqueta ridícula del bajo consumo.
instalaste
la casa de los sueños de barbie

escena
paredes llenas de humedad

y en un rincón
el té el cariño y la bombacha rosa.
arcoiris
feliz
de colores
la puta contradicción
la lluvia y el sol
al unísono
diciendo
animales
el mundo
hace con ustedes
lo que quiere,
déjense
con
la sofía
como ella
también
que se deje
de ustedes.
ella gritándote esas muletillas.


fuckyeahchabón
no quiero saberlo.
ante la desesperación abrí una página de la biblia, azarosamente
ante la desesperación siempre le puedo decir al cielo "no me hagas esto"
y cuando voy al baño me veo la cara e interrogo
qué te pasa
chiquita
hepatitis
menstruación
falta de sueño
porno
mal de am
pf
después me río
hasta hacer pis.
una vez dije escucho recomendaciones
y empezó la lista
de autores y de obras y de discos y partes y citas de las cosas y de videos caseros y de clases de personas con las que no tengo que meterme
yo sólo dije
escucho
recomendaciones
y como la paja la cera de los oídos y nada
Yocasta
yo casta
Edipo mi amor,
un trastorno del nombre
y cuando no supe
cómo llamarme
te di el número de casa
para que me visites
de trampa,
abría la puerta a la madrugada
como la madre en bata
cuidar de vos era cuidar
que mi involución
fuera progresiva.
saltaron las tostadas

me acuerdo de una pava eléctrica siniestra que hacía una musiquita de notas incompletas en la casa de alguien donde todo sonaba a cosa inacabada, me contaba proyectos de leds y de repisas y de pintura negra pero estaba cuadrado, vacío, mal pintado
y yo le vomitaba el desayuno en el baño queriendo que tapara esa música de pava
yo me moría de hambre pero él no tenía nada
por suerte ya saltaron
saltaron
las tostadas.
la lluvia
me calla
la lluvia
a mí

o para atormentarte
te cuento un relámpago
una luz del escenario
el ego y la
paranoia.
a través del triángulo de mi codo cuando me tapo la cara de recién levantada te muestro los ojos y todas las partes porque sé que no las ves porque tenés los ojos ahí vos también, yo no veo el resto de lo que hay, nada más eso de mediodía, las caras tapadas, los ojos, o un ojo, que no dice nada más que acá están nuestros ojos y ahora qué hacemos, los cerramos de vuelta o nos hacemos la contraseña; sin embargo parece que nos están mirando desde la torre de un monasterio.