Monday, March 26, 2012

maravilloso

me aterraste cuando te comiste de lleno mi primera imagen antes de la poesía, mi idea mi concepción de las cosas y yo creí que era empatía que era entendimiento ay que era erótica la comunión que era para quedarme pegoteada a que me comas entera y después no me quedó ni el cerebro para hacer una segunda lectura (lo bueno de ser nena es ser bien bruja y si no vuelo por lo menos con mi escoba barro mis partes sobre el suelo y si no puedo hacer de mí un cuerpo aceptable no importa así ya no me tocás el culo; aterradoras tantas cosas, también por ejemplo que descerebrada lo mismo puedo pensarte ay qué erótica maquiavélica, si soy el sapo en tu barriga ya veo por qué no sos príncipe ni yo princesa ni vivimos felices por siempre)

estalactita

prontito
prontito te vas a despertar
me decía al oído desde alguna parte
como desde una esfera, me decía alguien
prontito te vas a despertar (para que yo me
quede tranquila), bajaba la voz o yo subía a la
superficie de mi espíritu para ya no ahogarme y
sobre todo dormida (ese miedo a morir sin enterarme)
paradójico: será que creo que morirse no duele tanto como
no enterarse. Me decía prontito nenita y me volvía lo que soy:
apenas un pedazo ínfimo de mundo (no podría cargar ni una aceituna a los
hombros), me acariciaba con aliento frío (como esa imágen que me
hice desde siempre del invierno: la chica celeste que sopla hielo desde
arriba de la escalera de caracol); escapo del temblor cíclico y miro hacia arriba,
veo cómo me alejo del espejo, de la pista, de la belleza, de la lágrima que se congela
y se clava
sobre el que me de calor.