hace un año se murió mi abuelo. yo estaba en la playa, en la rambla de mar del plata y se murió mi abuelo y yo estaba con mis amigas pero no les dije nada para no decirles " se murió mi abuelo" y me puse hermética como un tupper y conservé mis pensamientos en papel film y cuando llegué nada más estaba podrida y tiré las cosas al inodoro y listo a nadie le dije estoy triste o a nadie le lloré, ni a él, al abuelo, ni sóla ni acompañada, ni a mí misma y hoy me parece que estoy morosa.
Sunday, January 22, 2012
fútbol
y me manda un mail para contar los días y marco como en un calendario los tiempos que pasan entre tiempo y tiempo y los entretiempos y el partido ese que no termina y que vamos a los penales como en la copa mundial cuando me levantaba a las 4 de la mañana y me emocionaba con el país bueno ahora me ilusiono con que voy a volver a dormirme pero entonces me manda un mail y es que mi problema es que yo vivo conectada a la desconexión y tengo miedo de quedar varada en la montaña del mundo y que llueva toda la noche y que queme el sol de día hasta que se derrita el hielo en mi estación de control y me quede la cara pintada de la bandera y me encuentre en casa manchando la almohada y diciendo bueno loco ganó el otro equipo, quedamos afuera y ahora no tengo otra que volver a pensar en lo que me interesa.
una vez vino a casa y fuimos a mi pieza. me senté en la cama y él en el piso y empezó a desarmarme una pila de libros y a preguntarme qué estaba leyendo y qué estaba escribiendo y le leí un cuento de 8 páginas, completo, y él me dijo "qué lindo, me lo imaginé en mi casa" y fue raro porque yo también me había imaginado que el cuento pasaba en su casa, aunque se trataba de una nena que se iba a mudar, y nada más que eso. como si esa nena mía tuviera que dejar a la fuerza la casa suya, la casa de él que yo hice de ella. siempre fuimos bien ilustrativos con los espacios. si yo en la cama él en el piso , si yo en mi barrio él más lejos y si él cruzaba la vía yo lo esperaba en patas y desprolija como quien no espera o como quien espera que no se note ninguna espera ni esperanza ni ningún deseo de hola...llegaste.
tenía una compañera que compraba sobretodos en verano y mallas en invierno
por un tema de ahorro
y porque uno nunca sabe
cuándo podría salirnos un viaje a brasil o a europa y
justo
casualmente
el clima esté a la inversa.
que cuando una es mujer y aún tan precavida
todas las coincidencias
se confabulan y ahora
que nos parta un rayo en bratislava
estamos iónicamente preparadas.
por un tema de ahorro
y porque uno nunca sabe
cuándo podría salirnos un viaje a brasil o a europa y
justo
casualmente
el clima esté a la inversa.
que cuando una es mujer y aún tan precavida
todas las coincidencias
se confabulan y ahora
que nos parta un rayo en bratislava
estamos iónicamente preparadas.
las estrellas de mar en los baños
el velero en el vaso de plástico de las heladerías
los señaladores arriba de los libros
el candadito en el diario íntimo
la llave
la almohada de repuesto
los conejos con onda
el estuche de la cámara
los fósforos usados adentro de la caja
los dedos de las manos que no uso en el teclado
esos poemas quemados
omitir
es
mentir.
el velero en el vaso de plástico de las heladerías
los señaladores arriba de los libros
el candadito en el diario íntimo
la llave
la almohada de repuesto
los conejos con onda
el estuche de la cámara
los fósforos usados adentro de la caja
los dedos de las manos que no uso en el teclado
esos poemas quemados
omitir
es
mentir.
pensé en la vida de una calavera. si pudiera contar entre chirridos cómo es que terminó en manos de la gente para ser un objeto decorativo, y todos los momentos que pudo haber vivido con esos ojos y esos oídos vacíos, quieta quietecita en la punta del mueble... tal vez me sentiría identificada adentro de mis cachetes.
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