Wednesday, September 5, 2012

fue esa última botella
la que dejaste antes de entrar
es que ibas caminando rápido
y yo, como podía, detrás tuyo
no hicimos tiempo a tomarla
debíamos estar muy ebrios
agarrar la botella por el pico
golpearla contra el cordón
y amenazarnos
no importa quién a quién
al menos sería romántico

velada y de rojo
incluso los labios pintados
incluso las pestañas gruesas
y las medias translúcidas de estreno
fui a la fiesta de los mejores hombres
aquellos los hermosos
viriles sociables y altos
los músicos y los bohemios
me gustan las mujeres

frívolo siniestro

creo en ese espacio
lineal
blanco

decías
que cerrabas la persiana
para más intimidad

y una vez
nos fuimos a dormir al mediodía
recuerdo
balancearme boca arriba
ver mis pies

la luz entraba por
el espacio blanco

nos dieron sombra
decenas de ojos,
los invitados que iban a tu casa


un amigo tuyo sabía
de mis marcas en la espalda
la vecina había escuchado
el orgasmo

de noche el barrio estaba oscuro
pero el fantasma estaba adentro

mi recuerdo es fino
milimétrico
como la pupila de un ojo
tuyo
de vos contra la almohada
una mañana

pasaron muchas horas desde el desayuno

y quiere levantarme

como si fuera un muerto

y tengo que decirle

te quiero

puedo sola

para que retroceda

y yo miro en el espejo

y luego en la ventana

las plantas arrancadas de las macetas

la tierra en pedacitos

las uñas sucias

el vestido de anoche con el perfume intacto

todavía puesto

dónde dormiste anoche?

: en esta cama

y qué

pasó

con

los

helechos